Desigualdad y reproducción social en Córdoba, Argentina

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Alicia B. Gutiérrez*

El análisis de la desigualdad social viene siendo abordado ampliamente por diversos autores. Después de las discusiones acerca de la exclusión y la vulnerabilidad reinantes en la década de 1990, muchos estudios se han dedicado a evaluar el impacto de las transformaciones recientes en la distribución de los recursos sociales entre los diferentes sectores del espacio social. La conclusión general que comparten estos trabajos, con algunos matices, es que, promediando la primera quincena del nuevo siglo, y a pesar de las mejoras en varias dimensiones (salarios directos e indirectos, niveles educativos, formalización del empleo, seguridad social, etc.) persiste una desigualdad de carácter estructural en Argentina. Esta desigualdad se manifestaría, longitudinalmente, en la merma de las oportunidades de movilidad social ascendente (intergeneracional) para vastos sectores de la población, persistiendo como una amenaza para la orientación de las políticas económicas y sociales y para la definición del modelo de desarrollo.

En ese marco de preocupaciones, junto a un equipo de investigadores formados y en formación, becarios y estudiantes, conformamos el Programa de investigaciones “Reproducción social en el Gran Córdoba: dinámicas recientes”, cuyos rasgos principales quiero presentar brevemente, en mi primera colaboración a este blog.

Partiendo del análisis de las estrategias de reproducción social  que ponen en marcha las familias que pertenecen a diferentes clases y fracciones de clase del espacio social cordobés,  estudiamos las maneras como se reproduce la vida social cordobesa y con ella, los diferentes mecanismos que sustentan las relaciones de poder y la desigualdad social.

Analizamos un conjunto de prácticas que pertenecen a esferas diferentes (estrategias laborales, habitacionales, educativas y de consumo cultural) pero que, a la vez, están sistematizadas, y dependen de un conjunto de factores: a) de los recursos materiales y simbólicos que posee cada familia (capital económico, cultural, social y simbólico) y de la trayectoria de su acumulación y/o reconversión, b) de las distintas posibilidades y límites que se ofrecen al despliegue de las estrategias, según el momento histórico y a partir de los recursos que se ponen en juego, c) de la posición relativa (de clase y de fracción de clase) de cada una de ellas en el espacio social cordobés, a partir de la cual se orientan a determinado tipo de prácticas y representaciones,  y d) del conjunto de disposiciones de los miembros de los diferentes grupos familiares a percibir y a evaluar esas posibilidades y límites y a actuar en consecuencia.

Plantear la cuestión de la desigualdad social en Córdoba en estos términos, nos obliga, por una parte, a entrar en el debate de la conceptualización de las clases sociales, asumir una toma de posición en él, proponer una articulación teórico-metodológica pertinente, y tomar decisiones respecto a la adecuación técnica de las fuentes de información disponibles al planteo teórico y metodológico; por otra parte, por supuesto, supone tener en cuenta los antecedentes más específicos asociados a los ámbitos de las estrategias que estudiamos: laborales, educativas, habitacionales y de consumo cultural.

Inspirados fundamentalmente en la perspectiva bourdieusiana, consideramos que las clases sociales son, en primer lugar, construcciones operadas por el investigador (son “clases en el papel”). Se definen por la distribución desigual de los distintos recursos sociales, y, más concretamente, a partir del volumen y estructura del capital (económico, cultural, social y simbólico) y de su trayectoria, considerados en términos relacionales. Además, en la constitución de esas clases, no sólo es necesario considerar las relaciones objetivas identificables en un espacio social concreto, sino que también es fundamental dar cuenta de las relaciones simbólicas que ellas mantienen entre sí, duplicando de ese modo, la disponibilidad diferencial de los recursos y con ello, las relaciones de desigualdad y de lucha.

Por ello, este estudio implica una articulación teórico-metodológica que contempla tres etapas analíticas: a) La primera, fundamentalmente cuantitativa, donde proponemos una construcción relacional de las clases y fracciones del Gran Córdoba a partir del conjunto de recursos -fundamentalmente económicos y culturales- que disponen las familias para su reproducción. Para ello, apelamos a la utilización de métodos de estadística descriptiva multidimensional conforme a la escuela francesa de análisis de datos, aplicando de manera conjunta métodos factoriales y de clasificación, tomando como base la información captada por la «Encuesta Permanente de Hogares» (EPH) en los terceros trimestres de los años 2003, 2005, 2007, 2009, 2011, 2013 y 2015, y complementándola con informaciones derivadas de otras fuentes, tales como la Encuesta Nacional sobre Acceso y Uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (ENTIC) y la Encuesta Nacional de Gastos de Hogares (2013) (y estamos a la espera de las bases construidas en el marco del Programa de Investigación sobre la Sociedad Argentina Contemporánea –PISAC-. En esta primera etapa hemos identificado y caracterizado relacionalmente clases y fracciones de clase. 2) A partir de estos resultados, la segunda etapa consiste en analizar las prácticas, interacciones y representaciones concretas de las estrategias y del modo como se articulan con las diferentes posibilidades y límites relativos a las condiciones de existencia de cada clase y fracciones de clase. En un abordaje fundamentalmente cualitativo, se privilegia aquí la técnica de entrevista y de observación; por su parte, a través de historias de vida hemos reconstruido trayectorias individuales y familiares que son representativas de cada clase y fracción de clase. 3) Una tercera etapa posterior, implicará la puesta en relación de las diferentes condiciones de existencia relevadas sobre las familias particularmente en la primera etapa (volumen y estructura de capital e instrumentos de reproducción social disponibles) con los sentidos vividos  y prácticas concretas y se tenderá a elaborar «tipologías de sistemas de estrategias de reproducción» representativas de las diferentes posiciones en el espacio social que constituye el Gran Córdoba.

En definitiva, nuestra propuesta analítica de la desigualdad social intenta recuperar las dimensiones estructural e histórica y toma relacionalmente tanto las estrategias y representaciones cuanto las condiciones objetivas que las hacen posibles.

Además de producciones individuales sobre aspectos específicos, contamos hoy con un libro colectivo: Gutiérrez, A. y Mansilla, H., (2016), El espacio social de las clases y los instrumentos de reproducción social, Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba, ISBN: 978-950-33-1265-0, 278 pp.

* Instituto de Humanidades (Universidad Nacional de Córdoba-CONICET), FFyH-UNC. Investigadora Principal de CONICET, Profesora Titular Regular de Sociología (Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC), Directora del programa “Reproducción social en el Gran Córdoba: dinámicas recientes” (IDH –UNC-CONICET-).

 

Un comentario Agrega el tuyo

  1. Me gustaría ir viendo algunos avances para poder entender la problemática de la desigualdad estructural y ver si es abarcativa del universo «Argentiana» , gracias Ruben Lyall .

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